Los primados de la Iglesia Episcopal y de la Iglesia Anglicana de México firman acuerdo bilateral

Por Lynette Wilson
Posted Feb 20, 2020

El obispo primado de la Iglesia Episcopal Michael Curry, a la derecha, y el arzobispo Francisco Moreno de la Iglesia Anglicana de México firman un acuerdo bilateral, que hace entrar de hecho a las dos iglesias en una relación recíproca, en una eucaristía especial celebrada en la iglesia episcopal de San Juan, en Chula Vista, California, el 16 de febrero. Foto de Lynette Wilson/ENS.

[Episcopal News Service – Chula Vista, California] El domingo 16 de febrero, el obispo primado Michael Curry y el arzobispo Francisco Moreno, primados en representación de la Iglesia Episcopal y la Iglesia Anglicana de México, respectivamente, firmaron un acuerdo bilateral que de hecho hace entrar a las dos iglesias en una relación recíproca.

“Este es un día magnífico y puede que no cause revuelo en los medios de prensa, pero sienta la pauta de que [para] personas que viven juntas en América, personas que comparten una frontera común, personas que siguen el camino de Jesús —que siguen en esto a Jesús— no hay ninguna frontera que nos divida”, dijo Curry durante un período de reflexión en el oficio. “Dios creó la tierra; los seres humanos crearon la frontera. Y así, como dice el viejo himno, ‘Oeste y este en Cristo no hay, no hay norte o sur en él… en él los suyos por doquier encuentran comunión.’

“Es esta comunión de amor que sigue las huellas de Jesús la que nos reúne en este día y en Jesucristo nuestra amistad se profundiza y perdurará. En Cristo no hay fronteras”.

El acuerdo marca una transición en las relaciones entre las dos iglesias, que se remonta a 1875. En un momento, la Iglesia en México fue parte de la IX Provincia, que comprende las diócesis de la Iglesia Episcopal en América Latina y el Caribe. En 1984, la Iglesia Anglicana en México suscribió un acuerdo de pacto con la Iglesia Episcopal y se convirtió en una provincia autónoma de la Comunión Anglicana. El pacto, que incluía un estipendio mientras la Iglesia en México se esforzaba por alcanzar la independencia económica, caducó a fines de 2019.

El obispo primado Michael Curry, a la derecha, y el arzobispo Francisco Moreno se abrazan luego de la firma de un acuerdo bilateral entre la Iglesia Episcopal y la Iglesia Anglicana de México. El acuerdo bilateral reemplaza un pacto de 25 años entre las dos iglesias y las hace entablar una relación recíproca. Foto de Lynette Wilson/ENS.

“El pacto de 25 años llega a su fin, pero la amistad continúa, es firme”, dijo Moreno en una entrevista con ENS. “Esta es una nueva era en la Provincia de México porque estamos iniciando un nuevo capítulo en nuestro crecimiento, como cultura, como nuestra propia idiosincrasia en nuestro propio país. Este [acuerdo] nos beneficia en gran medida porque nos ayuda a madurar en nuestra fe, y por mucho tiempo, hemos sido amigos allende la frontera. La Iglesia ahora mismo está profundamente comprometida con su autonomía. Está buscando medios de mantenerse y está buscando formas de continuar programas con sus propios recursos”.

La firma del acuerdo bilateral tuvo lugar durante una eucaristía especial que se celebró por la tarde en la iglesia episcopal de San Juan [St. John’s] en Chula Vista, una ciudad al sur de San Diego y ligeramente al norte de Tijuana y de la frontera entre EE.UU. y México. El lugar se escogió deliberadamente para llamar la atención sobre la presente crisis migratoria que se desarrolla en la frontera. El preámbulo del acuerdo reconoce que, pese a las dificultades políticas que enfrentan Estados Unidos y México, las dos iglesias  son llamadas a “compartir un ministerio de oración y colaboración mediante los dones y talentos que tenemos para ayudarnos en el crecimiento mutuo en el que hacemos patente el reino con nuestras acciones de justicia, paz y amor a través del servicio, la educación y la expansión del ministerio”.

A lo largo de la frontera entre EE.UU. y México, los episcopales y anglicanos proporcionan ayuda humanitaria a migrantes y solicitantes de asilo, brindándoles albergue, alimentos, atención sanitaria, asesoría legal y consejo pastoral. En los últimos dos años, en la medida en que migrantes y solicitantes de asilo han seguido llegando a la frontera, las dos iglesias han compartido recursos e información de manera creciente.

“Nuestras dos iglesias están vinculadas por una historia común. Compartimos una frontera. Básicamente vivimos en el mismo suelo. La frontera fue trazada por el hombre, no por Dios. Y en consecuencia, si bien somos dos pueblos, en verdad todos somos americanos, y  por tanto somos un pueblo en común”, dijo Curry durante una entrevista con ENS en el atrio de San Juan. “Es importante, creo yo, para los episcopales y para otros aquí en Estados Unidos, saber que, cualesquiera que sean las diferencias o problemas que nuestros gobierno[s] puedan tener, en Cristo no hay este ni oeste, que en él no hay norte ni sur.

“Y por tanto, nos damos las manos con nuestros hermanos y hermanas, nuestros amigos en Cristo, para realizar una labor de interés humanitario, para realizar una labor que ayude a corregir los errores hasta donde seamos capaces de hacerlo, nos damos las manos para seguir en el camino, en las enseñanzas de Jesús, porque sus enseñanzas y su camino pueden sobreponerse a las divisiones de la gente. Y si podemos hacer de eso un modelo, entonces tal vez nuestros gobiernos puedan, y ese es un mensaje que nuestro pueblo necesita y, confío que el pueblo de México también”.

Aunque simbólicos en gran medida, la eucaristía y la ceremonia de la firma del acuerdo hablan del actual compromiso de las dos iglesias de la Comunión Anglicana de un ministerio compartido, de luchar por la justicia y de reflejar la presencia de Dios en el mundo, dijo la Rda. Glenda McQueen, funcionaria encargada de la Iglesia Episcopal para América Latina y el Caribe.

“El acuerdo bilateral expresa nuestro deseo de estar juntos  según damos testimonio en el mundo. Las fronteras no nos dividen; las fronteras no nos separan; los muros no nos separan. El compromiso cristiano trasciende eso, y los cristianos han encontrado formas a través de la historia para responder al llamado de la justicia, el llamado a colaborar con los seres humanos y caminar con ellos en las diferentes etapas de sus vidas”, dijo McQueen en una entrevista con ENS. “Tal como dice el acuerdo en el preámbulo, ‘Aunque estos son tiempos de dificultades y de conflicto entre Estados Unidos y México, eso no detiene a la Iglesia’. Por el contrario, este es un momento en que la Iglesia es llamada a trabajar y a ser la Iglesia”.

La obispa de San Diego Susan Snook le da la bienvenida a los visitantes en la eucaristía del 16 de febrero que sella la firma del acuerdo bilateral entra la Iglesia Episcopal y la Iglesia Anglicana de México. Foto de Lynette Wilson/ENS.

Un comité bilateral de 16 miembros, con 10 representantes de la Iglesia Anglicana de México y seis de la Iglesia Episcopal redactaron el acuerdo bilateral, que define la manera en que las dos iglesias compartirán recursos y mantendrán las relaciones existentes y crearán otras nuevas.

“Es fácil pensar solo en términos de nosotros mismos y meternos en nuestra pequeña pecera, pero el hecho es que somos parte de lo que posiblemente es el tercer grupo [confesional] de cristianos en todo el mundo, la Comunión Anglicana”, dijo el Rdo. Charles Robertson, canónigo del Obispo Primado para el ministerio fuera de la Iglesia Episcopal. “Este verano veremos a los obispos de todas las iglesias reunirse por invitación del arzobispo de Cantórbery para la Conferencia de Lambeth. Esto sólo sucede aproximadamente una vez cada década, y es un recordatorio para todas nuestras iglesias, a través de nuestros obispos, de que no estamos solos. … Hacemos juntos lo que sea necesario para promover la buena obra del Evangelio.”

Junto con Moreno, el Rdo. Efrén Velázquez Gutiérrez, secretario provincial de la Iglesia Anglicana de México, y el obispo de México Occidental, Ricardo Gómez Osnaya representaron a la Iglesia Anglicana de México.

Junto con Curry, Robertson y McQueen; el Rdo. David Copley, director de asociaciones globales y de personal en misión de la Iglesia; la obispa de San Diego, Susan Snook; la obispa de Arizona, Jennifer A. Reddall y el obispo de Río Grande, Michael Hunn, representaron a la Iglesia Episcopal.

– Lynette Wilson es reportera y jefa de redacción de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.