En reacción a la violencia en Charlottesville, Long Island quita un recordatorio confederado de una iglesia episcopal

Por Amy Sowder
Posted Aug 16, 2017

Unos trabajadores comisionados por la Diócesis Episcopal de Long Island se valen de una sierra eléctrica para remover una de las tarjas conmemorativas de Robert E. Lee. Foto de la Diócesis de Long Island.

[Episcopal News Service] Un equipo de trabajo removió dos tarjas conmemorativas de Robert E. Lee  que estaban fijas en un árbol en una propiedad de la iglesia en el sur de Brooklyn, Nueva York, menos de 24 horas después de que la Diócesis Episcopal de Long Island recibiera la primera de muchas llamadas acerca  de la inscripción que honraba a [una figura de] la Confederación.

El Rdo. Khader El-Yateen, activista comunitario y fundador de la iglesia árabe luterana Salam en Bay Ridge, uno de los barrios de la zona, hizo la primera llamada, respondiendo a inquietudes de algunos vecinos de la comunidad que él oyera el lunes.

El asunto en cuestión: dos tarjas adosadas a un árbol en la iglesia episcopal de San Juan [St. John’s Episcopal Church] en Fort Hamilton, en las cercanías de una base militar que sigue activa. Más de una década antes de que Robert E. Lee comandara al Ejército Confederado, de 1842 a 1847, estuvo destacado en el fuerte Hamilton del Ejército de EE.UU. Él fue miembro de la iglesia, junto con Stonewall Jackson, a quien bautizaron allí, dijo el obispo de Long Island Lawrence Provenzano. Lee plantó un árbol cerca de la iglesia, y las tarjas lo conmemoran.

La primera tarja de Brooklyn la colocaron, delante de un arce, las Hijas Unidas de la Confederación en abril de 1912, en el mismo sitio, según reza la inscripción, donde Lee una vez plantara un árbol. El árbol murió, y el grupo confederado plantó otro en 1930, y nuevamente en los años 60 del pasado siglo, explicó Provenzano. El último oficio celebrado en la iglesia fue en septiembre de 2014, y la propiedad está sujeta a un contrato de venta. La congregación se fusionó con la iglesia de Cristo [Christ Church] en Bay Ridge.

El-Yateen llamó a la diócesis a las 10:30 A.M. del 15 de agosto, y a las 10:00 A.M. del día siguiente las tarjas ya habían sido removidas para guardarlas en los archivos diocesanos. Él dijo sentirse agradecido por la pronta respuesta. “Necesitábamos remover esa inscripción en apoyo de los que son víctimas del odio y del racismo en este país y en solidaridad con ellos”, dijo El-Yateen.

Medios de prensa locales y nacionales estuvieron presentes en la remoción, la cual también se destacó en las plataformas de las redes sociales.

La remoción [de estas tarjas] en Brooklyn fue parte de una oleada de inmediatas decisiones que algunos líderes [religiosos y políticos] en Estados Unidos han tomado de remover monumentos conmemorativos de los líderes de la Confederación. Las remociones se produjeron días después que supremacistas y nacionalistas blancos y neonazis se congregaran en el campus de la Universidad de Virginia en Charlottesville el pasado fin de semana para protestar por la remoción de una estatua de Lee. Luego de violentos choques con contramanifestantes, hubo un saldo de tres personas fallecidas y varias lesionadas. Clérigos de las tres iglesias episcopales de Charlottesville fueron parte de un pacífico contingente religioso de los contramanifestantes, y ninguno resultó lesionado.

El obispo Lawrence Provenzano junto al pastor Khader El-Yateen se dirige a los reporteros frente a la iglesia episcopal de San Juan en Fort Hamilton antes de la remoción de las tarjas. Foto de la Diócesis Episcopal de Long Island.

“Es terrible la retórica de la Casa Blanca y cómo la gente se siente envalentonada por esa retórica”, dijo Provenzano. “Creo que este es un momento para la Iglesia. Tenemos que predicar el evangelio y, algo más importante aun, vivirlo. Nos vergüenza no haber quitado esas tarjas antes de que nos advirtieran de ello. Este pastor nos recordó que cuando la gente pasa por esta iglesia, [ve que] hay un monumento conmemorativo a un general que luchó por preservar la esclavitud”.

En los últimos dos días, la oficina de Provenzano ha recibido unas 120 llamadas y correos electrónicos sobre las tarjas de la iglesia, en una proporción de 2 a 1 a favor de su remoción, según sus cálculos. Las llamadas y los correos negativos incluían a personas que se identificaban como neonazis y supremacistas blancos. “Esos [mensajes] fueron desagradables”, dijo Provenzano.

En respuesta a lo que dijera el presidente Donald Trump en la conferencia de prensa de la tarde del martes en la cual advertía de la pendiente resbaladiza que conllevaba la remoción de estatuas de figuras históricas que tuvieran algo que ver con la propiedad de esclavos, incluidos Jefferson y Washington, El-Yateen dijo que no era lo mismo. que hay una gran diferencia entre una figura histórica que poseyera esclavos y el que dirigió una guerra contra los Estados Unidos para preservar la esclavitud.

“El general Lee debe ser recordado, pero no honrado en nuestras iglesias y calles. Debido a sus acciones, 300.000 personas murieron mientras él luchaba por preservar la esclavitud en este país”, expresó El-Yateen.

Las tarjas y las estatuas no deberían borrarse, sino guardarlas en archivos y museos, añadió.

“No estamos negando la historia, ni que en algunos de esos tiempos la Iglesia fuera cómplice”, dijo Provenzano. “Si no hubiéramos hecho nada, creo que habríamos sido cómplices en acrecentar las inquietudes de que asuntos como éste no son lo suficientemente importantes para que la Iglesia les preste atención.

“Creo que hemos hecho lo correcto”.

— Amy Sowder es escritora y redactora independiente en Brooklyn. Traducción de Vicente Echerri.


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