El Pacto Anglicano: La perspectiva Latina

Por César Cardoza
Posted Jul 10, 2012

[Episcopal News Service – Indianápolis] Uno de los “puntos espinosos” en la agenda de la Convención General es el del pacto anglicano, un documento que según sus partidarios ofrece una forma de unir a todos los anglicanos por encima de sus diferencias culturales y teológicas.

Para algunos el punto de roce está no en el espíritu sino en la letra del documento en el texto propuesto, particularmente en la posible interpretación futura del mismo. El Obispo de Puerto Rico, David Álvarez, señaló: “Creo que en esencia todos estamos de acuerdo con el pacto anglicano, pero algunos tenemos reservas en lo concerniente a la sección cuatro. Tal como está, deja una puerta abierta para potenciales conflictos entre la Iglesia Anglicana y algunas provincias”.

A manera de ejemplo Álvarez se refirió a posiciones asumidas por la iglesia episcopal en materia de sexualidad humana, e indicó que se teme que la suscripción del Pacto se convierta en un instrumento de control.

“El problema es más de forma que de fondo –dijo  Álvarez- creo que el Pacto Anglicano en general es positivo pero antes de proseguir hay que aclarar las ambigüedades”.

El Obispo de Venezuela, Orlando Guerrero sostuvo una posición similar. “La idea [del Anglicano] en general tiene mérito, pero no hay que precipitarse”.  Agregó que es preciso aclarar y resolver los puntos de fricción para hacer las cosas bien desde el comienzo y puntualizó que “si alguien tiene reservas, lo más responsable es decirlo abiertamente. No hacerlo, le haría un perjuicio a la comunión”.

La Obispa Presidenta Katherine Jefferts Schori. En una entrevista en español con el servicio de Webradio del Ministerio Latino-Hispano, manifestó: “El Pacto Anglicano es muy significativo para los anglicanos y episcopales hispanohablantes. Creo que el Pacto Anglicano es una cosa muy británica, es una cosa que varias partes de la comunión interpretan como un intento de recrear el imperio. En algunas partes de la comunión como por ejemplo en nueva Zelandia, una iglesia mayoritariamente indígena, a mucha gente no gusta la idea de la sección IV del Pacto”. La Obispa Presidenta añadió: “Yo creo, y mucha gente en la Iglesia Episcopal y en otras iglesias de la comunión, creemos que tenemos más oportunidades ahora para relacionarnos y trabajar mancomunadamente, lo que resulta en nexos más fuertes que los que puedan provenir del Pacto”.

El Pacto Anglicano se planteó inicialmente en el Informe Windsor de 2004 como forma de que la comunión y sus 38 provincias autónomas mantuvieran la unidad a pesar de sus diferencias, especialmente en lo concerniente a interpretación bíblica y sexualidad humana. El informe se generó a raíz de la elección en 2003 de Gene Robinson, un sacerdote homosexual, como Obispo de New Hampshire. Esta decisión condujo a algunas provincias a declarar rota o dañada la comunión con la Iglesia Episcopal. El Pacto también fue una respuesta a líderes de la iglesia que cruzaron las fronteras de otras provincias para atender a los Anglicanos alienados.

–César Cardoza es parte del equipo del Servicio de Prensa Episcopal en la Convención General.


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