La Convención considerará la posición sobre el propuesto Pacto Anglicano

Por Matthew Davies
Posted Apr 30, 2012

[Episcopal News Service] El Pacto Anglicano ha sido, de diversa manera, rechazado, ratificado, aprobado y suscrito por algunas provincias de la Comunión Anglicana, e incluso una de ellas le ha dado una “luz amarilla” . La Iglesia Episcopal pronto considerará su propia respuesta formal al documento, cuyos partidarios afirman que ofrece una manera de vincular a los anglicanos de todo el mundo más allá de sus diferencias culturales y teológicas.

Al presente, tres resoluciones -cada una de las cuales se pronuncia por respuestas parcialmente diferentes al pacto propuesto- se presentarán a la 77ª. Convención General cuando se reúna del 5 al 12 de julio en Indianápolis, Indiana.

El Consejo Ejecutivo de la Iglesia Episcopal anunció en octubre pasado que presentaría una resolución (A126, que se encuentra en la página 590 del Libro Azul) ante la Convención, conforme a la cual la Iglesia diría que es “incapaz de adoptar el Pacto Anglicano en su forma actual”.

En las últimas semanas, se han presentado dos resoluciones adiciones a la Convención, provenientes de diferentes grupos de obispos. Esas dos resoluciones aparecerán próximamente aquí.

Una resolución propuesta por el obispo John Bauerschmidt, de Tennessee, y respaldada por otros 10 obispos, comprometería a la Iglesia a ratificar y adoptar el pacto. Otra, propuesta por el obispo Ian Douglas, de Connecticut, y respaldada por otros dos obispos, alentaría un enfoque más intermedio, “abrazando” el preámbulo y las primeras tres secciones de las cuatro secciones de que consta el documento, instando a proseguir su estudio y comprometiendo a la Iglesia a una continua participación en el proceso del pacto.

La cuarta sección del documento, que esboza un método disciplinario para resolver las disputas en la Comunión, ha sido en gran medida como el punto conflictivo del pacto.

Las resoluciones del Consejo Ejecutivo y la auspiciada por Douglas son idénticas en los primeros tres acuerdos, diciendo que la Iglesia “renueva su compromiso a dialogar con las provincias que adopten innovaciones que puedan verse como amenazantes a la unidad de la comunión”; y se compromete a “la continua participación en los más amplios consejos de la Comunión Anglicana” y a dialogar “con nuestros hermanos y hermanas de otras provincias para profundizar la comprensión y garantizar la continua integridad de la Comunión Anglicana”.

La resolución presentada por Bauerschmidt insta a la Iglesia Episcopal a “ratificar… y comprometerse a la adopción” del pacto “a fin de vivir más plenamente en la comunión e interdependencia eclesiales que es fundacional a las iglesias de la Comunión Anglicana”.

El Pacto Anglicano fue propuesto por primera vez en el Informe Windsor de 2004, como un medio en que la Comunión y sus 38 provincias autónomas pudieran mantener la unidad a pesar de las diferencias, especialmente en lo relacionado a la interpretación bíblica y a los problemas de la sexualidad humana. El informe se produjo a raíz de la elección de Gene Robinson, sacerdote abiertamente homosexual, como obispo de Nuevo Hampshire en 2003, un acontecimiento que ocasionó que algunas provincias declararan rota o afectada su comunión con la Iglesia Episcopal.

El pacto también fue una respuesta a algunos líderes de la Iglesia que cruzaron las fronteras de otras provincias para ministrar a anglicanos desafectos y a una decisión de la diócesis de New Westminster, en la Iglesia Anglicana de Canadá, de autorizar un rito público para bendecir uniones de personas del mismo sexo.

Luego de cinco años de discusiones y varios anteproyectos, el texto final del pacto se envió en diciembre de 2009 a las provincias de la Comunión para su consideración formal.

Douglas le dijo a ENS en una entrevista telefónica el 24 de abril que la Iglesia Episcopal ha participado “en un nivel extremadamente alto” en la consideración de cada anteproyecto [o versión provisional] del pacto. Dijo también que el Consejo Ejecutivo y su Equipo de Trabajo D020 sobre la Respuesta al Pacto Anglicano “han hecho una labor increíblemente buena en ayudar a la Iglesia Episcopal a construir una respuesta que es ampliamente inclusiva de las diversas perspectivas” [que hay] en la Iglesia.

Su única reserva respecto a la Resolución A126, explicó él, está en el acuerdo final que insta a la Iglesia Episcopal a no adoptar el pacto en su forma actual. “Mi preocupación respecto a esta rígida postura de no adopción es que no permite que la Iglesia Episcopal abrace lo que está en las primeras tres secciones”, agregó, haciendo notar que un rotundo “no” eliminaría completamente a la Iglesia Episcopal del proceso del pacto.

“Yo nunca he sido un firme defensor de este particular proceso de pacto. Pero participar en la discusión sigue siendo muy importante. Y yo no quiero descartar nuestra oportunidad de estar en la mesa”, subrayó.

Bauerschmidt escribió a ENS, en un correo electrónico del 25 de abril, que él creía sería bueno que la Iglesia Episcopal tuviera la oportunidad en esta convención de ratificar el pacto y comprometerse a adoptarlo.

“Una comunión que está comprometida con una autoridad dispersa necesita algunos medios para buscar un pensamiento común y expresar una vida en común”, dijo. “El pacto brinda los medios para esto. Debemos decidir juntos las cosas que nos conciernen a todos, o no tardaremos en perder todo interés lo unos por los otros”.

La Convención General puede decidir en julio si aprueba, enmienda y aprueba o rechaza cualesquiera de las resoluciones que se sometan a su consideración.

En primer lugar, el comité legislativo sobre Misión Mundial, integrado por 40 miembros, discutirán las resoluciones del Pacto Anglicano y puede decidir el volver a trabajar en ellas, o consolidarlas, antes de que cualquier versión sea enviada a cualesquiera de las dos cámaras (de diputados y de obispos) que se haya escogido como la llamada cámara de acción inicial. El comité, que comenzará a sesionar el 4 de julio, está copresidido por Douglas y por la canóniga Rosalie Simmonds Ballentine, quien también presidió el Equipo de Trabajo D020 que dio a conocer su informe junto la propuesta Resolución A126 en octubre de 2011.

La Comisión Permanente sobre Constitución y Cánones determinó en un informe de junio de 2011, a solicitud del Equipo de Trabajo D020, que la adopción de la versión actual del Pacto Anglicano “tiene la posibilidad de cambiar el marco constitucional y canónico de la Iglesia Episcopal, particularmente en lo que respecta a la autonomía de nuestra Iglesia, y a la autoridad constitucional de la Convención General, los obispos y las diócesis”.

Las tres resoluciones propuestas solicitan la creación de un nuevo equipo de trabajo que exploraría los cambios canónicos que serían necesarios si la Iglesia fuese a adoptar el pacto en su totalidad.

La 76ª. Convención General en julio de 2009 solicitó a las diócesis, mediante la resolución 2009-D020, que estudiara el Pacto Anglicano durante el trienio 2010-2012. También le pidió al Consejo Ejecutivo que preparara un informe, junto con un anteproyecto de legislación propuesta, a la 77ª. Convención General de este año. Esa resolución condujo al Consejo a crear el Equipo de Trabajo D020.

Algunos episcopales y anglicanos, incluido el Consejo Ejecutivo, han manifestado sus preocupaciones de que el pacto llegue a usarse como un instrumento de control, cuestionando en particular la cuarta sección y su proceso de resolución de disputas. Algunos críticos han advertido que adoptar el pacto podría dar lugar a una Comunión de dos niveles.

“Yo no encuentro útil la sección 4”, dijo Douglas a ENS. “Creo que hace pasar al pacto de un documento que es relacional a uno que es más jurídico. Sí creo que las primeras tres secciones son relacionales y misionales”.

El Equipo de Trabajo D020 dijo en su informe (que se puede descargar aquí) que el argumento para defender su resolución de “incapaz de adoptar” se basaba en su creencia de que la unidad de la Iglesia “se expresaba mejor en nuestros empeños de ser una Iglesia que acoge plenamente a aquellos que no siempre son bienvenidos”.

La Iglesia Episcopal busca ser fiel a esa unidad, sigue diciendo el informe, “respetando la diversidad de ministerios en la Iglesia Episcopal de múltiples formas: nuestra tradición de facultar a todos los órdenes del ministerio en la gobernabilidad [de la Iglesia]; nuestra identificación de la interpretación de la Escritura como la labor de todas las comunidades cristianas, y nuestra atención a la obra del Espíritu en la nueva interpretación de cómo somos llamados a ser en comunidad y relaciones”.

“Esta interpretación de quienes somos como Iglesia no le permite al Consejo Ejecutivo apoyar pacto alguno que pudiera poner en peligro esta vocación” dijeron los miembros del equipo de trabajo en su informe. “El pacto ignora sistemáticamente la importancia del papel del laicado y su plena expresión de ministerio en todas las esferas de la vida de la Iglesia”.

Los miembros del equipo de trabajo incluían a los que sostenían opiniones “extremas” en la Iglesia respecto al pacto, así como a personas que se encontraban en el medio de ese espectro, dijo Ballentine al Consejo el 24 de octubre.

Ella agregó que el equipo de trabajo utilizó deliberadamente el lenguaje de “incapaz de adoptar en su forma presente”, en lugar de sugerir que la Convención “rechazara” el pacto o “se abstuviera” de adoptarlo.

“Aún tenemos esperanza en una continua relación, en nuestras continuas conversaciones, en nuestros continuos esfuerzos de vivir en comunidad y, para nosotros, de progresar como parte de la Comunión Anglicana”, dijo ella.

A través de la Comunión Anglicana, las siete provincias que han aprobado o suscrito el Pacto Anglicano son Irlanda, México, Myanmar, Papúa Nueva Guinea, Asia Sudoriental, Cono Sur de América y las Indias Occidentales.

La Iglesia Anglicana de África del Sur ha adoptado el documento pendiente de la ratificación en su próxima reunión del sínodo más adelante este año.

En marzo, resultó claro que la Iglesia de Inglaterra no podía adoptar el pacto en su forma actual cuando una mayoría de las diócesis rechazó el documento.

El 18 de abril, la Iglesia de Gales le dio al pacto “luz amarilla, más bien que luz verde”. El organismo gobernante de la Iglesia dijo que temía que el reciente rechazo del pacto por la Iglesia de Inglaterra pusiera en peligro su futuro y las clarificaciones al respecto que ahora se necesitaban antes de que pudiera tomarse una decisión. Se enviaron preguntas sobre el tema al Consejo Consultivo Anglicano, el principal organismo que diseña políticas de la Iglesia [a nivel internacional], el cual se reunirá más adelante este año.

Los obispos de la Iglesia Episcopal en las Filipinas han rechazado formalmente el pacto y la acción maorí en la Iglesia Anglicana de Aotearoa, Nueva Zelanda y Polinesia en noviembre pasado, y quiere decir que ésta lo rechazará cuando se presente ante el Sínodo General de la provincia en julio de 2012.

Durante una reciente visita a Inglaterra, la obispa Mary Gray-Reeves , de San José, California, sede de la diócesis de El Camino Real, dijo a ENS que las relaciones de compañerismo internacionales, tales como la que su diócesis comparte con Gloucester y Tanganica en Tanzania, son “el antídoto para el Pacto Anglicano”.

Douglas está de acuerdo. “La Comunión tiene que ver fundamentalmente con relaciones -relaciones por encima de nuestras diferencias en el servicio a la misión de Dios- y no en algún tipo de declaración jurídica, o contractual o eclesiológica”, le dijo él a ENS.

Muchos anglicanos conservadores también han rechazado el pacto, diciendo que no llega lo suficientemente lejos para poner a raya a las provincias que han dado pasos hacia la plena inclusión de homosexuales en la vida de la Iglesia.

“Si bien reconocemos que los empeños para restaurar nuestra quebrantamiento a través de la introducción de un Pacto Anglicano fueron bien intencionados, hemos llegado a la conclusión de que el texto actual es fatalmente defectuoso y en consecuencia el apoyo a esta iniciativa ya no es apropiado”, ha dicho un grupo de primados, o arzobispos, anglicanos conservadores.

— Matthew Davies es director y reportero de Episcopal News Service. Traducción de Vicente Echerri.

En inglés: http://bit.ly/IhvoSV


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